martes, 1 de diciembre de 2015

AMANDA UNA DIVA DE BAJON


Llega Amanda y a mi compañero Borja, que le chifla, pasa un buen rato hablando con ella. Y yo... Yo estoy presente pero la verdad es que no me hace sentir cómodo ya que desde el principio llega como si de Madonna se tratara, sin dar dos besos a nadie, ni un saludo como todos los que han venido. ¿Qué
pasa? Pues que esa actitud hace que mi cabeza la prejuzgue, pensando de ella que es una persona altiva y que se cree que está por encima de los demás.
  
A mi en la casa me gustaba, era divertida, muy rubia, recargada con sus estilismos, directa y de las que se mata por sus amigos. Me dió pena que se la audiencia la expulsara solamente por ser amiga se Raquel. Estoy seguro que hubiese llegado a la final y nos hubiéramos seguido riendo con ella y sus freakadas. (Soy muy fan de su #riiiiisa #ansiedad).




La verdad que cuando pasó un rato dejé de verla tan soberbia y me deja ver más allá de la típica chica con brilli, postizo y superfial que parece.

Aun así, me da un poco de pena...no la veo ni tan siquiera al 60% por eso mi análisis no sería justo si yo me explico al 100%, ya que todos hemos pasado  por dejar una relación y sabemos que durante unos días estamos de capa caída hasta que volvemos a reencontrarnos con nosotros mismos.
Las divas también tienen días malos (y si no que se lo digan a ......) y ese día no fue un día bueno para ella.

Así que me quedo con la Amanda de la casa, que si tengo que ser sincero y yo hubiera estado dentro seguro que sería mi archi-amiga por su forma de ser y de reírse de ella misma. Espero coincidir con ella cuando se venga arriba de nuevo para asegurar que no me equivoco y que la diva malagueña renace de sus cenizas como el ave fénix, como están deseando todos los Amandistas.

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